viernes, 25 de octubre de 2013

Grafeno, el Material del Futuro


Puede parecer que el grafeno sea un material que se ha descubierto en estos últimos años, pero la realidad es que se conoce y se ha descrito desde hace más de medio siglo.
Su enlace químico y estructura se deducieron durante los años '30. Y no fue calculada su estructura electrónica de bandas hasta 1949, por Philip Russell Wallace. No se le prestó atención durante décadas al pensarse que era inestable termodinámicamente, ya que se creía que las fluctuaciones térmicas destruirían el orden del cristal dando lugar a que el cristal 2D se fundiese. Finalmente, en 1994, Andréy Gueim y Konstantín Novosiólov consiguieron aislar el grafeno a temperatura ambiente.


 Entre sus muchas utilidades destacan:
  • Súper flexible.
  • Transparente.
  • Autoenfriamiento.
  • Conductividad térmica y eléctrica altas.
  • Elasticidad y dureza elevadas.
  • Muy alta dureza: 200 veces mayor que la del acero, casi igual a la del diamante.
  • Reacción química con otras sustancias para producir compuestos de diferentes propiedades. Esto lo dota de gran potencial de desarrollo.
  • Soporte de radiación ionizante.
  • Gran ligereza, como la fibra de carbono, pero más flexible.
  • Menor efecto Joule: se calienta menos al conducir los electrones.
  • Para una misma tarea que el silicio, menor consumo de electricidad.
  • Generación de electricidad al ser alcanzado por la luz.
  • Razón Superficie/Volumen muy alto, lo que le atorga un buen futuro en el mercado de los supercondensadores.
  • Se puede dopar introduciendo impurezas para cambiar su comportamiento primigenio de tal manera que se pueda hacer que no repela el agua o que incluso mejore todavía más la conductividad.
  • Cuando una lámina de grafeno recibe algún daño que quiebra su estructura produciendo un agujero consigue atraer átomos de carbono situados en las proximidades para así reparar los huecos (se autorepara).

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